Todos los seres vivos producimos electricidad en nuestro interior. Esta electricidad se produce en nuestras células, ya que es una de las maneras de comunicación entre ellas, a través de impulsos eléctricos. Cualquier acción de nuestro cuerpo es el resultado de la función de cientos o miles de células.
Una célula es como una esfera dentro del agua. Dentro de la esfera hay un líquido llamado citoplasma. Dentro de la piel o membrana que cubre la célula y el agua que la rodea (liquido extracelular), existen unas diminutas especies químicas llamadas iones, los cuales son átomos con cargas eléctricas positivas (+) o negativas (-) y son los responsables de generar las corrientes eléctricas en la célula.
Las células y sus alrededores tienen millones de iones los cuales provienen de los alimentos y la carga que generan es transportada en estos iones. Todas las células en nuestro organismo tienen una diferencia de voltaje , unos mayor y otros menor.
En la membrana de las células existen pequeños tubos por donde pasan estos iones dependiendo de su composición molecular. El voltaje del interior de las células es diferente al voltaje de afuera: a esto se le llama diferencia de potencial; esta diferencia de potencial o de voltaje es la que hace mover a los iones y sus cargas, es de esta manera que se generan los impulsos eléctricos.
Como conclusión cada célula es un microcircuito eléctrico.
Al estar expuestos a una emoción se crea una energía como respuesta del cuerpo ante un estímulo bioquímico producto de las hormonas. Toda energía tiene una frecuencia y dependiendo de cada frecuencia lleva información impresa en ella. Esta información esta codificada como la de los teléfonos celulares que emiten cierta frecuencia, la cual es recibida por una antena que tiene la capacidad de decodificar la información. De la misma manera sucede a nivel celular, la célula recibe la información intrínseca de la frecuencia producida por la emoción, la decodifica y se imprime en su propio microcircuito eléctrico al igual que en la memoria de una computadora. Esta memoria permanece y se replica en cada célula que se vaya generando posteriormente.
Por ejemplo: cuando vivimos una situación en la que sentimos miedo, nuestros cuerpos físico y energético activan el protocolo de alerta produciendo descargas de adrenalina para enviar más recursos y energía a las zonas que nos van a ayudar a huir o enfrentar la situación de riesgo sin salir heridos o dañados física o emocionalmente.
Cuando estamos en el vientre de mamá y ella esta bajo una situación emocional por algún tiempo, esta información es transmitida y grabada en las células del bebé, el cual replicará al ir reproduciendo sus células para formar sus aparatos y sistemas. La información emocional quedará en su memoria celular hasta que sea consciente de ella y pueda eliminarla de su organismo.
El Sistema que ofrecemos esta diseñado para encontrar y eliminar las emociones impresas en nuestra memoria celular, así como todo lo que conlleva estas emociones como promesas y juramentos derivados de las mismas, y que nos alejan de nuestro verdadero camino o propósito de vida.
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